el tamaño de la tierra va disminuyendo cada vez más, pero no las ganas de convertirla en un rincón del paraíso. Con menos de 10 m2 de superficie, la minipiscina también tiene la ventaja de no requerir licencia de obras, como exige la normativa. Suele compensar su pequeño tamaño con un buen equipamiento: manta, calefacción, nado contra corriente si el tamaño lo permite, banco de burbujas…